Últimamente, entre la crisis económica y los pocos préstamos que están concediendo los bancos, es una práctica bastante habitual los préstamos de dinero entre particulares (familiares, amigos o conocidos). Pero, ¿qué ocurre cuando somos la parte a la que piden dinero? Estamos expuestos ante una petición difícil de responder, nos están pidiendo ayuda gente querida, pero dejar ese dinero nos podría comprometer a nivel personal y con Hacienda.
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Una cosa tenemos clara, es preferible hacer este acuerdo por la vía legal. De lo contrario podríamos ser sancionados por Hacienda y de esta forma no tenemos ninguna garantía de que vayamos a tener el dinero prestado de vuelta. Por ello, antes de dar una respuesta final y de entregar el dinero, ya sea en mano o por transferencia, debemos plantearnos una serie de cuestiones.
Qué hacer si un familiar o un amigo nos pide dinero
- En primer lugar, debemos fijarnos en nuestras propias finanzas para saber qué capacidad económica tenemos. Evaluar si nos podemos permitir hacer ese préstamo.
- De la misma forma, habría que reflexionar si ese dinero lo vamos a tener de vuelta. Es posible que le hayamos prestado nuestros ahorros, o ese dinero que necesitamos para tener una digna jubilación.
- Otro punto, sería aconsejable saber para qué se va a utilizar ese dinero. Conocer las causas nos podrá ayudar a tomar una decisión. Lo lógico sería dejar dinero para emprender un negocio o pagar alguna necesidad y no para la compra de cualquier capricho.
Una vez analizadas estas cuestiones personales y demos un sí por respuesta, tendremos que decidir si hacerlo por la vía legal o no.
Por qué crear un contrato de préstamo.
Si realizamos una transferencia bancaria o retiramos elevadas cantidades de dinero del banco de golpe, es una señal de que vamos a dejar dinero a alguien. Hacienda puede percatarse de esta acción y entender que se trata de una donación, en vez de un préstamo si no hemos realizado un contrato previamente. Las donaciones están sujetas al Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Esto quiere decir, que tenemos que pagar una serie de tributos por ser una donación. Por su parte, los préstamos están sujetos al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, pero si existe un contrato de préstamos entre particulares privado, esta transacción queda exenta de este impuesto.
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Otro motivo de por qué es aconsejable crear un contrato de prestación entre familiares está basado en la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Cuando se hace un préstamo entre particulares, Hacienda entiende que se producirá una retribución y, por lo tanto, obligará al prestamista a declarar los intereses en el IRPF. En este caso se aplicará un tipo de interés del 3,5%. Pero el prestamista puede librarse de este tipo de intereses si realiza un contrato previamente y se formaliza en el contrato el tipo de interés correspondiente, el cual puede ser el 0% si no se quisiera cobrar intereses.
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La creación de un contrato no es una tarea muy costosa. Simplemente hay que reflejar toda la información relevante al préstamo, es decir, poner por escrito el pacto al que se ha llegado entre prestamista y prestatario y así evitaremos posibles disgustos en el futuro.
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Este resumen ha sido extraído del periódico Expansión, pueden leer la noticia ampliada en el siguiente link o si lo prefieren pueden consultarnos.
http://www.expansion.com/ahorro/2017/02/05/58932a15e2704ee63e8b4637.html